viernes, 3 de junio de 2011

respira


Cuando levantó sus gigantes brazos, la tierra y las rocas acumuladas encima se desprendieron, y el agua de los ríos fue desviada, el cuerpo del primer ser fue confundido por la bruma, pues parecía que era la montaña la que cobraba vida.
Al izarse, vio que la tierra era fértil, y el mundo era hermoso a la vista, el aire fragante y los cielos húmedos, el ciclo estaba terminado.
Entonces decidió dejar de existir como un ente único, desmembrando su forma original, esparció su materia al viento, como semillas se diseminó, juntándose con las partículas de oxígeno.
Entonces el hombre despertó.

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