martes, 2 de agosto de 2011
El cielo… A veces tan cercano y tan familiar, alberga mi verdadero hogar entre sus incógnitas, quiero creerlo, quisiera encontrarlo.
Cada mañana me levantaré pensando que todos los días son iguales y tal vez sepa que voy a vivir en el incesante proceso del presente, aunque todos los minutos que pasan y parecen depender de mi voluntad, son mentiras, porque la voluntad pertenece a una fuerza mucho más grande, que no está en este mundo.
En esos momentos pienso en Dios y en todo lo que representa.
Quiero encontrar sus palabras en la lluvia que cae, quiero deshacerme de mis miedos con la misma facilidad que tengo de olvidar ciertos sentimientos.
He perdido varias esperanzas hoy día, debe ser porque no tengo mucha compasión por los errores humanos, en el fondo porque me afectan a mí, y a veces olvido que tengo la fuerza para deshacerme de ellos.
Destino, eternidad, infinito.
No sé en cuál de ellos estoy yo.
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